Agradecimiento

Agradecemos a todas las personas de la Comunidad Educativa del I.S.F.D. Nº 19 que se acercaron el día de hoy para celebrar nuestro 50 Aniversario.

A continuación, compartimos las palabras institucionales del Profesor Diego García Ríos, en gratificación a todos los que construyeron y construyen «el insti» a diario.

Querida Comunidad Educativa del Instituto Superior de Formación Docente Nº 19

Llegamos a los 50 años. Son muchos los sentimientos que se entrecruzan en este momento cuando hacemos el balance de tantas décadas y revisamos todo lo transitado: formación, aprendizaje, trayectorias, tensiones, felicidades, tristezas. Se ha recorrido un largo camino y son realmente muchas las personas que han circulado por estas aulas y pasillos que hoy nos abrazan. Muchas de ellas están aquí presentes y les agradecemos su acompañamiento.

El Instituto Superior de Formación Docente Nº 19 cumple medio siglo de construcción colectiva que le ha otorgado identidad propia y hace de nuestra institución una referencia en la formación docente de la ciudad de Mar del Plata. Pero no son las placas de bronce las que nos movilizan, enorgullecen y nos dan fuerza para seguir en este camino, sino el reconocimiento de todas las personas que forman parte de la vida institucional.

Hace algunas semanas organizamos una charla destinada a ingresantes donde concurrieron casi 500 personas para informarse sobre nuestra oferta educativa. Más allá de la satisfacción que nos produjo observar la gran apuesta de la comunidad marplatense para estudiar un profesorado, fue realmente movilizante escuchar el compromiso de nuestros estudiantes, quienes se dirigían a los futuros ingresantes, con una alegría y un entusiasmo que conmovían. Fue reconfortante sentir el amor con el que hablaban de sus carreras, sus profesores, sus prácticas y sus escuelas co-formadoras. A eso se le llama IDENTIDAD institucional.

Jean Barbier afirma que la práctica docente es “la transformación de una realidad en otra”. Parece una definición técnica, simple y hasta fría de lo que intentamos hacer todos los días como formadores de formadores. Sin embargo, si hay una cuestión que identifica a nuestro instituto, es la capacidad de tener sentados en sus bancos a estudiantes de todos los barrios de la ciudad. Y cuando digo todos los barrios, me refiero a personas que viajan más de una hora en dos colectivos, que salen de trabajar y llegan con el bolso cansado a cursar durante 5 horas, que buscan el hueco entre una actividad y otra para poder leer el texto que pidió la profesora, que dejan a sus familias en casa para formarse en una carrera de nivel superior. Entonces, me permito hacer algunas preguntas en función de lo dicho por el pedagogo francés: ¿cómo calificar de técnica aquella definición de Barbier en el momento en que estas personas le confiesan a los directivos que el instituto les cambió la vida?, ¿cómo identificarla como una frase simple, cuando un estudiante le dice al profesor que su materia le “abrió la cabeza”?, ¿cómo pensar lo dicho por Barbier como una fría declaración, cuando aquí los estudiantes saben que no son un número y que su situación personal merece y puede ser tenida en cuenta?

Creo que la palabra TRANSFORMACIÓN nos ha atravesado durante todas estas décadas de vida del instituto. Ese es nuestro objetivo porque es ese sentimiento el que nos mueve, el que nos entusiasma aún en situaciones adversas, el que tal vez nos diferencia de otras profesiones. Si no hay transformación, no hay reflexión, no hay pensamiento crítico, no hay docencia.

Es en este sentido que queremos destacar el fuerte compromiso que tienen todos los actores con el instituto:

A la gran comunidad de profesores, le agradecemos por trabajar con el ejemplo, con rigurosidad académica y calidez humana a la vez, por el interés de seguir formándose y ser la referencia permanente de nuestros estudiantes.

A todo el personal administrativo y auxiliar, por hacer el enorme esfuerzo para que los dos edificios de nuestro instituto, funcionen y puedan cubrir la permanente demanda de casi 2000 personas que transitan todos los días y necesitan resolver dudas o resolver problemas.

Y, por último, agradecemos a nuestros profesores en formación, que hacen que las aulas, el jardín, este SUM y todos los espacios institucionales cobren vida. Estamos convencidos que en este proceso formativo podrán hacerse de las mejores herramientas para ser excelentes docentes el día de mañana, no solo en cuanto a contenidos disciplinares sino a formación humana. Eso es algo que procuraremos seguir construyendo todos los días como institución educativa.

Siendo conscientes del duro trabajo que implica ser directivos, docentes, administrativos, auxiliares y estudiantes de una institución educativa de gestión pública en contextos como el actual, no claudicamos ni claudicaremos en la búsqueda de la excelencia en la formación, en la práctica de la buena docencia y en la vigencia de los fuertes lazos que unen lo que durante años hemos forjado: la identidad del 19. Hagamos que ese sello propio que la comunidad marplatense nos reconoce y valora, se profundice en sus virtudes y dé frutos en cada uno de los que nos desempeñamos dentro de estas aulas. Que la integridad sea siempre nuestro faro, aún y sobre todo, en momentos donde tal vez no sea fácil dilucidar un futuro promisorio. Estas puertas siempre estarán abiertas para aquellos que sueñan construirlo.

Muchas gracias.

 

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