Toda la comunidad del Instituto, hoy más que nunca, les desea un feliz día. Más allá de la complejidad de este tiempo que no nos da respiro ni certezas, ustedes siguen haciendo escuela sin edificio, desde sus casas, con las posibilidades de cada uno y cada una.
Sabemos de sus recorridos, que no siempre son lineales. Son accidentados, discontinuos muchas veces, cargados de esperanzas o desánimos. De eso trata ser estudiante, sobre todo en el nivel superior, al que llegan, en muchos casos, después de largos períodos sin estudiar, pidiendo permiso a la vida diaria para concretar o dar terminalidad un sueño postergado. Se convierten, nuevamente, en estudiantes. Es la obligación de los Institutos permitirles la experiencia de ser estudiantes, para luego ser profesionales de la educación. Dice Jorge Larrosa, en «P de Profesor»:
«Es nuestra obligación no es sólo tratar a lxs alumnxs como futurxs profesionales sino convertirlxs, por un tiempo, en estudiantes.(…) No sólo se aprende a ser educador, o pedagogo, o profesor, sino que se estudia educación. Y como educar tiene que ver con cuidar, con estar concernido, con considerar, con mirar algo repetida y atentamente, podríamos decir que en los lugares, sean Institutos o universidades adonde se estudien carreras docentes, la educación sea objeto de cuidado, de preocupación, de atención, de dedicación, de estudio».
Nuevamente, feliz día queridxs estudiantes!